#9 Igual reunirse no es trabajar
Teletrabajo aparte, las empresas ineficientes siguen siendo justo eso: ineficientes.
Trabajar en remoto se acerca a convertirse en una commodity (al menos en nuestra pequeña burbuja tech). Pero va Paul Graham y dice que las empresas ineficientes seguirán siendo eso, ineficientes.
Me pregunto esta semana dónde está la principal diferencia. ¿En las reuniones? ¿En lo asíncrono? ¿En el tipo de reuniones?
Sube el otro día un amigo una historia a IG con su calendario de la semana. Plagado de reuniones salvo algunos espacios libres de 15’ o 30’ entre cada una. Le pregunto que cuándo trabaja (no pun intended).
Me recuerda al 20% de Google para desarrollar nuevas skills y cómo otro colega que trabajaba allí contaba que guay pero que con el 80% no llegas a cumplir tus objetivos. Al final le echas un 120%, sacando curro adelante el fin de semana o a las 6am cuando uno está tranquilo. La vida.
Por otro lado, estamos dando una formación a diseñadores sobre gestión de proyectos en remoto y en asíncrono en una gran corp. Nos cuentan que dedican de media más de 30h a la semana a reuniones. En una gran parte de ellas dicen que no se sienten productivos o no las ven necesarias. Hablamos de gente mid o senior. Empatizas con su situación pero sobre todo te preguntas qué le puedes enseñar tú, que tienes un proyecto de 20 mariachis, a quien trabaja en empresas con miles de personas.
Lo que intentamos es elevar la disciplina de diseño (y producto) para concienciar de lo importante que es dedicar tiempo a cosas que no son reuniones burocráticas.
Y oye, también comentamos que la aspiración no es tener el calendario de Bosco (al que admiro).
Pero entre esto y dedicar la semana a juntarse en reuniones ineficientes puede haber un punto medio. Tiene que haberlo.
Cada uno con su contexto.
Claro que un manager desarrolla gran parte de su trabajo (75% ¿?) a base de juntarse con su equipo. El problema no es tanto las reuniones per se sino el tipo de reuniones. Esas en donde el equipo siente que no está invirtiendo su tiempo de manera eficiente.
Más ejemplos como el de Carlos Jiménez, que además de Weeklies y 1:1s, suma a sus rutinas el concepto de Deep Dives: “Para mí son momentos en los que me meto en profundidad en cada uno de los equipos”. Carlos es CPO de Factorial. No sé, por si hace falta un ejemplo de gran empresa puntera en Producto.
Entonces ¿reunirse es trabajar?
Si lo entendemos como una escena de Tiempos Modernos, sí. Trabajamos dándole golpes a un clavo con un martillo. Pero, ¿para qué? Ya dice Andy Grove que deberíamos prestar atención al “output of the work unit and not simply the activity involved. Obviously you measure a salesman by the orders he gets (output), not the calls he makes (activity)”.
Si nos elevamos y pensamos en el para qué, tiene sentido que un comercial (o un manager) dedique su semana a reuniones.
Pero tengo la ligera sospecha de que no será así para las personas que se dedican a producto, diseño e ingeniería; quienes necesitan tiempo (y mucho) para pensar y profundizar. Para concentrarse durante tiempos extensos en enfrentarse a problemas complejos. Para digerir información. Para probar, desconectar y volver a lo que se estaba haciendo. Y para investigar el entorno competitivo, inspirarse y tomar referencias.
La conclusión de la carta es que me sentiré satisfecho con que seamos mínimamente capaces de priorizar en nuestro día a día el resultado vs la actividad. Y que como managers protejamos al equipo para que pueda encontrar estos espacios
Que si trabajamos en cosas tremendamente aburridas e inespecíficas, al menos no nos creamos AuronPlay y midamos nuestro rendimiento por líneas programadas. O en el caso que nos ocupa, en reuniones completadas a final de semana.
Ya sabéis, esa reunión podía haber sido un email.
Bueno.
He podido escribir esta carta tranquilamente, escuchando Al otro lado del río, en casa de mis amigos Mendesaltaren y la he rematado en mi lugar favorito.
¡Nos vemos en la siguiente!
PD: sorry not sorry por el titular clickbaity ^^.