#11 Propósito
Dedicar gran parte de la vida a trabajar.
¿Para qué?
Para cubrir gustos caros. Como alimentarse, dormir bajo un techo y tomar un negroni de vez en cuando, claro.
Maslow agrees.
Siempre he pensado que no me obsesiona tener un BMW en la puerta de casa. Pero hay otras cosas que me interesan bastante, como la libertad. Y no son precisamente baratas.
Muchos de nosotros, incluso, tenemos tal nivel de privilegio que podemos decidir dónde nos gustaría trabajar.
Y cuando la retribución empieza a no ser lo más importante, valoramos otras cosas.
Como el propósito.
¿Alguien se lo cree?
Quiero pensar que sí. Aunque Antúnez diga que las empresas confunden propósito y misión, en la creencia de que sólo son palabras bonitas y exageradas.
Deberíamos ser capaces de conectar el trabajo que hacemos en el día a día de producto con la visión de la compañía.
Saber cómo esa visión se alinea con nuestro interés personal.
Esta tarea contribuye a lanzar un experimento.
Este experimento, de tener éxito, mueve una métrica.
Mover esta métrica nos hace alcanzar un objetivo de la estrategia.
Cumplir la estrategia nos acerca a la visión.
Y cómo esto me influye para:
Crecer en mi carrera profesional.
Aumentar mi retribución.
Tener un impacto positivo en el mundo.
Mejorar mi calidad de vida.
Será muy naive pero lo vemos en el día a día.
Personas que se suman a nuestro proyecto porque quieren participar de esta visión y de cómo les impacta personalmente. También personas que dejan nuestro proyecto porque esta visión ha dejado de estar alineada con sus objetivos o porque hemos fallado y no hemos sido capaces de satisfacerlos.
En este año de transición estamos convirtiendo marketgoo, lo que nos ha definido hasta ahora, en una parte más de un algo más grande. Una visión a largo plazo, basada en una compañía paraguas en la que construimos y escalamos productos digitales, siendo marketgoo uno de ellos y Badger nuestra nueva apuesta.
¿Para qué? ¿Con qué propósito?
Que la compañía sea un vehículo para diseñar nuestro estilo de vida a través de cinco componentes.
Entendiendo cada uno de ellos como una barra de progreso, no como un destino.
Nos queda mucho camino pero ya mismo tengo la suerte de trabajar y divertirme con un amigo como Pedro. Creando y construyendo un producto como Badger. Orgulloso también de participar en un negocio que crece, es rentable e impacta a cientos de miles de clientes. Mientras puedo dedicar un viernes por la mañana a arreglar una Vespa sin tener que dar explicaciones.
Por eso cuando me toca, esta semana por ejemplo, revisar y actualizar la go-to-market strategy de una de nuestras líneas de negocio soy consciente de la razón de ser de esta tarea. Cómo contribuye a algo más grande.
Que oye, igual no nos sale. O la vida nos lleva por otros caminos.
Pero mientras tanto, con todos los retos y problemas del día a día, estoy tranquilo porque siento que tengo un propósito.
Y me levanto contento todos los días para trabajar por él.
Ya por Madrid.
Disfrutando de volver. De la ciudad en septiembre, de la gente y de todo lo que está pasando.
He escrito esta carta escuchando Mystery of Love, de Sufjan Stevens.
¡Nos vemos en la próxima!